Ningún año puedo resistirme a echar una ojeada a lo que se cuece en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña, a.k.a. Sitges. En él, es Premio Brigadoon – Paul Naschy el que corona al mejor cortometraje de género fantástico y de terror del año. Siempre es complicado elegir favoritos, sobre todo cuando te gusta el género. Este año, con 17 cortos de al menos siete nacionalidades distintas, yo no he sido capaz de decantarme por uno solo.
Para mi es imposible dejar de alucinar con el trabajazo que se han pegado los creadores de Brutal Relax. Para muestra, un botón:
Se ha juntado un buen trío para llevar a cabo el proyecto, ya que Rafa Dengrá, Adrián Cardona y David Muñoz son viejos conocidos de los aficionados al corto fantástico. Han conseguido crear un corto no apto para no iniciados, que obviamente puede herir sensibilidades o hacer que te duela el estómago de la risa si disfrutas del género. Ibiza, playas, monstruos y gore parece que no podrían ir en la misma frase si no fuese por ellos.
Aunque uno de los puntos fuertes de Sitges para el aficionado es dejarse caer en el juego referencial de trabajos como Claustro Forbia, The United Monster Talent Agency o Mars Picnic. El director de este último, Héctor Mas, explica en pocas palabras sus pretensiones con el corto en su making of. Unas intenciones que cuentan mucho en un festival tan especializado como el que se celebra estos días en Sitges.
Los cortos invaden Sitges
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